dimarts, 22 d’abril del 2014

"Formas gran parte de mí"

Supongo que esto es lo que pasa cuando los astros se alinean y se convierten en golpe de suerte y la suerte te da por mirarte, hablarte, sonreírte, preguntarte cómo te llamas y sentarse a tu lado en clase... y transformarse en la perfecta casualidad o la perfecta causalidad y unir dos partes destinadas a cruzarse. Supongo que esto es lo que pasa cuando conoces a alguien que no confía en nadie, pero confía en ti y causa un efecto rebote y tu vida se vuelve loca porque empiezas a ver las cosas con otroso ojos, y te valoras, y te respetas, y te tiras (incluso de cabeza) porque cuentas con su mano para levantarte, y empiezas a comprender que la vida consta de mucho más de lo que vemos porque suele ser invisible todo lo que nos llena. Gracias por enseñarme tantas cosas, por hacer de mí alguien menos malo, por esos viajes a París (tú ya me entiendes...) y por protegerme en la distancia. Gracias a lo que le tenga que dar gracias por ponerte lejos y demostrarme cuánto vales sin tener precio, cada quilómetro es una razón más para continuar con esto que yo no llamo amistad. Se queda en mucho más, más allá de lo que yo pueda escribirte o decirte o mostrarte, más allá de las palabras y los echos así que todo se queda en el intento de que puedas entender lo grande que me haces y que eso vale por encima de los "no quiero saber nada más de ti". Porque nunca nos hemos dicho eso de que "siempre vamos a estar juntas", porque no sirven para nada más que para quitarle valor a esas palabras y que la gente deje de creer que exiten cosas verdaderas como esta y que la distancia son solo números y que puedo estar sin verte un año porque sé que cuando te vea en la estación de tren nuestras sonrisas van a compensar todos esos días sin verte. Nunca te he llegado a decir lo mucho que has significado para mí durante tantos años, pero sé que siempre lo has sabido. Tengo tantísimas de ganas de que llegue el día de verte esa cara tan fea que tienes, y a ti y a todo lo nuestro y una lista interminable de cosas dignas de revivir, te quiero muhcísimo hermana. Aunque a veces no sé me de bien demostrártelo.

dimecres, 12 de febrer del 2014

Te seguiré allí dónde vayas.

Cariño, ya sabes que yo no soy de San Valentines que creen en el amor una sola vez al año, ni en corazones de chocolate que las tiendas solo venden el 14 de febrero. No creo en los regalos que se darán este viernes muchas parejas rotas pensando que una caja roja de bombones y un polvo conseguirán arreglar lo que ya está muerto. Tampoco creo en los enamorados que se apropian del 14 de febrero como "su día". Que "mi día" no es el puto 14 de febrero por estar enamorada; "mi día" son todos los que paso contigo. Ese Cupido que todos ven como el ángel del amor y el gran mito de la felicidad, para mí es solo un niño demasiado grande para usar pañales y demasiado perqueño para disparar flechas. Mi símbolo de felicidad no es ese niño con alas y pañal, sino tu sonrisa.
Y qué le vamos a hacer si hoy estoy más melancólica de lo normal, o que te echo tanto de menos que necesito urgetemente echarte de más... El caso es que necesito pasar ese insignificante 14 de febrero contigo, y el siguiente, y el otro, y el otro, y sí, también el otro siguiente. Y así en una sucesión infinita de días, hasta que nuestra piel se llene de arrugas por los años (y no por pasar demasiado tiempo en la bañera, que también). Necesito que me secuestres prometo no oponerme ni molestar durante el viaje, a cambio de eso... llévame lejos. Llévanos lejos. Necesito que me llames pesada cuando no deje de abrazarte, y al parar, me abraces tú. Necesito estar a tu lado sin tener que despedirme unas horas después. Que vengas y me rompas las medias con la boca, que luego te pases horas y horas abrazado a mí mientras me prometes que todo va a salir bien. Porque necesito que esto salga bien, porque lo único que se me da bien en la vida es quererte. Y si algún día dejo de tenerte, me quedaré sin nada. Y no quiero, pero sobretodo... no puedo. Y como dice Sabina... "y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres". Así que no me dejes sola, porque sin ti, yo no.

Te quiero, por encima de todo y de todos.

dissabte, 11 de gener del 2014

"Una sonrisa es de las pocas cosas que no cuestan dinero, no la pierdas si algún día falto."

Querido 2014, este año no he pedido nada a los Reyes porque necesito pedirte algo a ti. A tus 365 días. Se trata del mundo. De este planeta. Cada vez está peor, y parece que nosotros, que habitamos en él, no queremos darnos cuenta. Las personas cada vez hacen lloran más, y las consecuencias... prefiero no decirlas, porque entonces llorarías tú, y te necesito bien atento para lo que tengo que decirte.
Necesito que me eches una mano.
La gente buena paga los errores de los que no lo son. Y vivimos gobernados por políticos que deberían plantearse el tipo de personas que son, cuando roban a los que no tenemos nada.
Te escribo esto porque estoy harta. No solo por lo que acabo de decir, sino por muchas cosas más que, siendo egoísta, me afectan a mí personalmente. Pero por mí no te preocupes, ya llevo demasiado tiempo con esta carga. Al final te acostumbras a vivir con ello. Pero sí me preocupan las personas que me rodean.
Si algún día falto, te pido que llenes el vacío que a alguien le pueda quedar. No dejes que lloren por mí, ni que se olviden de sus vidas recordándome solo a mí. Hay miles de personas que ni siquiera han tenido un regalo de navidades porque no tenían ni para comer. Eso sí es un problema. Que yo falte algún día, no lo es. No dejes que se sientan culpables, nadie podría haber hecho nada. Que se acuerden de mí cuando vean algún partido de ese futbolista que tanto me gusta. Que se rían pensando en todas las tonterías hice con ellos, y que se queden con las cosas buenas. Por favor.
Encárgate sobretodo de dos personas en concreto. I y A, que como ya sabes son las únicas personas que nunca me han fallado. Encárgate de que Tiempo les ayude a superar mi pérdida y les enseñe que la vida sigue. Hazle ver a A que el amor sigue siendo igual de bonito, y que abra las puertas a otra chica mejor, porque merece que le hagan feliz. Y a I, me basta con que pueda vivir sin mí, sin que le duela. Búscales otra "yo" pero mejorada, que no será muy difícil, para que les llene el vacío que tengan de mí. Dales un abrazo de esos calentitos, como los que les hubiera dado yo.
Y ya sé que te estoy pidiendo mucho, que acabas de nacer y a penas te has hecho con el calendario. Pero solo esto, es por si algún día falto, mientras tanto... no te preocupes, todavía estoy aquí.
Todos tenemos dentro un súper héroe, lo sé porque me lo dijo una vez mi abuela, y años más tarde he podido ver a mi hermana travesar cientos de kilómetros solo para abrazarme una vez más. Lo sé porque he visto a una niña saltar en un charco y su padre, en lugar de chillarla, saltaba a su lado. Necesitamos más personas buenas en este mundo, así que si me voy te facilito las cosas un poco.
Atentamente: alguien que necesita unas vacaciones de la vida.

dissabte, 4 de gener del 2014

Labios finos, piel pálida, respirando entre aire demasiado frío. Las luces de la cuidad se han ido, el día ha acabado y algunos luchan para pagar el alquiler después de pasarse la tarde comprando ropa. Noches largas, personas extrañas. 
Y me dicen que está en el equipo de Clase A, atrapada en un sueño. Llevas así desde pequeña. Pero últimamente su cara dice que está hundiéndose lentamente, desmoronándose como pasteles. Y todos a su alrededor gritan: "las peores cosas de la vida vienen con nosotros". Porque estamos debajo de la mano más alta, controlados por los ladrones más protegidos. Y volviéndonos locos por un par de gramos, cuando todavía no sabemos ni qué queremos hacer con nuestra vida. 
Y ella no quiere salir esta noche. Ha demasiado frío fuera para que los ángeles vuelen. Manos frías, paraguas roto, intentando nadar pero mantenerse a flote cuesta mucho. Casa seca, ropa mojada. Perder el cambio, cartas del banco, ojos rojos y garganta seca. 
Un ángel morirá esta noche. Con los ojos cerrados, esperando una vida mejor. 
Esta vez sí, nos esfumaremos esta noche. 
Baja, te estoy esperando. 

dimecres, 25 de desembre del 2013

Te quiero a tres tonos a Mi, La, Do.

Se acerca fin de año y debería empezar a redactar la lista de personas a las que me toca agradecerles cosas y a las que quiero seguir teniendo al lado en el próximo año. Pero no puedo pensar en nadie más que no sea ella, mi cabeza no deja espacio a otras cosas que no tengan que ver con es persona que no está, pero nunca falta.
Y ahí estás tú, al otro lado de los kilómetros; al otro lado del teléfono que comunica después de haber colgado, pero yo soy incapaz de despegar la oreja; al otro lado de la pantalla que parece que se ríe de mí y me chilla lo lejos que te tengo.
Y aquí estoy yo, junto al lado vacío del sofá; junto a ese café que me ayuda a calmar las ganas de tenerte; junto a mi amarga soledad y la constante tristeza que me recuerda el daño que me hace no tenerte.
Y el teléfono sigue comunicando, y yo sigo siendo incapaz de apartar la oreja. Y rompo en llanto, en nostalgia y emoción. Emoción por estas fechas, que siempre pasábamos juntas. Que tus padres me adoptaban en casa, y los míos te esperaban con tus regalos que los Reyes Magos habían dejado en el salón de mi casa. Cuando nos peleábamos porque yo quería tus muñecas y tú querías jugar más rato, cuando nos fugábamos de casa y nos escondíamos en el ascensor, y nuestros padres nos amenazaban con quitarnos el chocolate caliente que siempre terminaba tirándote encima porque no me hacías caso cuando te decía que dejaras de tocarme el pelo. Y todas las veces que nos quedábamos en casa, sin hacer nada, sin hablar, porque solo con mirarnos ya nos los decíamos todo. Eras mi vecina, mi compañera de pupitre en clase, mi consejera, mi enemiga cuando teníamos que decidir quién la paraba al escondite, mi mejor amiga y mi hermana. Y ahora... ahora ya no estás.
Acostumbrada a verte 20 horas al día desde pequeñas... y ahora hace séis años que ya no estás, y todavía no me he acostumbrado a no tenerte.
Quiero verte, quiero reírme de los kilómetros que nos separan y tenerte a mi lado. Estar a tu lado y que sobren los teléfonos y las pantallas. Llenar el lado vacío del sofá y cambiar el café por abrazos. Cambiar los "necesito verte ya" por los "no recordaba que fueras tan fea desde tan cerca". Cambiar mi amarga soledad y constante tristeza por risas y tardes juntas.

Dicen que lo bueno se hace esperar y ten claro que a ti te espero lo necesario. Con dolor, con ansiedad, con impotencia, pero sigo esperando. Aunque el dolor parezca infinito, nada puede matarme.
Porque sé que al final del abismo estarás tú, al lado de los kilómetros, al lado del teléfono, al lado de la pantalla.
A mi la do.

Feliz Navidad.

Por los tiempos de los tiempos, por los siglos de los siglos, que lo que escribo siga hasta cuando ya no esté, como polvo en este aire que respiras sin querer. Que en días de melancolía te levante este texto, que te haga mirar al frente si no eres capaz de hacerlo por ti sola. Porque si miras las cosas desde un lado más positivo serás capaz de sentir que no estás solo. Y como comprenderás, no todo es felicidad, pero tú empieza a pensar en cómo vas a afrontar ese palo, esa decepción o esa caída. Porque si caíste es porque antes estabas arriba y puede volver a estarlo. Y la vida para mí no es más que un sueño, es una droga de diseño; que te metes cuando quieres y te sales cuando puedes.
Solo quiero dejar claro que luches por lo que quieres.  

dimecres, 11 de desembre del 2013

"No es que sea mi trabajo, es que es mi idioma."

Hola... últimamente me he malacostumbrado a escribir todo lo que debería decirte, pero no sé si es por orgullo, por cabezonería o por vergüenza que únicamente consigo ser la "yo" de verdad y que dice las cosas que piensa aquí. 
Solo quería decirte que lo siento...
A pesar de que las cosas no siempre nos vayan como me gustaría y que todavía tengamos que pasar por muchas más discusiones... me dará igual. Con solo verte reír después me basta, es lo que me hace feliz. Y es verdad que una mirada distinta, algún gesto más frío o una contestación borde... se clava tanto hasta hacer daño. Pero amor, ahí está la magia. La magia de hacernos daño, de querernos tanto, de aguantar, de poder. Porque hasta cuando te tengo enfrente te echo de menos; no imagino qué sería de mí si algún día te vas lejos. Iría donde fuera por ti. 
Siento no haber estado a la altura en muchas ocasiones, o no haberte dado todo lo que te mereces. Siento no haberte escuchado, no haberte hecho caso y no haber ido corriendo detrás de ti todas las veces que nos hemos peleado. Solo pido que no recuerdes las cosas que no te he dado, y que te quedes con todo lo bueno. Y es que quedan tantas cosas por contarnos, tanto ratos y planes que vivir a tu lado... 
Y, mira, ojalá que nuestros ojos sigan brillando cada vez que nos vemos mañana y treinta años más. Que tú voz siga pidiéndome a gritos que nunca te deje... Ahora que te tengo no pienso perder el tiempo, aunque me cuesta y a veces no sea capaz de pedir perdón... porque no sé, porque no puedo. Porque... entiéndeme, me han hecho tantísimo daño al ir detrás de la gente que ya me da miedo correr detrás de alguien más. Pero por ti lo haría. Por ti correría a ciegas si hiciera falta. No te quiero perder por mi ego ni por mi orgullo. 
Solo quiero verme cada día de mi vida a tu lado... no deseo nada más. 
Y perdón, una vez más, por no saber ser todo lo que te mereces. 
Te quiero. 

dilluns, 9 de desembre del 2013

Soy las palabras que voy a decir y tú los oídos con los que las vas a escuchar. Soy un libro abierto ante tus ojos, y tú la página marcada de mi libro preferido. Soy un calcetín en el cesto de la ropa sucia, y tú mi pareja esperando en el fondo del armario. Soy un bosque teñido de marrón y verde y tú la lluvia que me aviva.
Eres mi agua cuando tengo sed, y yo un desierto queriéndote beber. Eres el amor que pude hacerte con las manos, yo las ganas de correrte la vida con poesía.
Soy quién esperaría toda su vida por sentirte y tú el ángel que apareció sin alas, volando raso a mi lado. Soy los arañazos de mi propio corazón, y tú la saliva que los cura con un millón de besos.
Eres el "ojalá" cumplido, con el que sueñan las estrellas, y yo un telescopio para encontrarte en la constelación perdida. Eres el "nunca" que prosigue a mi "no te vayas".
Soy un diccionario con faltas de ortografía, una receta salada que termina siendo dulce. Soy la chica que nunca termina bajando del tren, una película en blanco en negro por recortes en el presupuesto.
Y tú... tú eres mis 27 letras del abecedario, mi dieta preferida, el tren de donde no quiero bajarme, la película de mi vida.
Somos una novela escrita en verso. Somos manta y sofá. Palomitas y chocolate. Somos un Nutella y Nocilla. Somos Bonnie y Clyde en busca de aventuras. Somos la mezcla perfecta.
Eres mi tiempo, eres mi mejor canción cuando te ríes, mi devoción de no querer dejar de verte. Eres los mejores días de mi vida. Y eres mi vida... serás mi vida.

Feliz Navidad. Y gracias por el regalo anticipado.

Queridos Reyes Magos, os escribo esta carta para deciros que este año no hace falta que paséis por mi casa. Renuncio parcialmente a mi derecho de la Navidad. 
Yo ya he besado sus labios, ya he dormido pegada a él, ya he probado la magia. Sería egoísta por mi parte pedir tan siquiera unos gramos más. Dársela mejor a alguien que aun no la conozca. 
Si os escribo esto es para decirlos que vosotros, que no conocéis su piel, no tenéis ni idea del producto que vendéis. Mi ilusión ya no es esperar a que amanezca para abrir unos cuantos paquetes. Mi ilusión ahora es despertar a media noche y ver como tu propio sueño se ha quedado dormido y se desvela y se acuna de nuevo en tu cuerpo para volver a dormir. 
Qué sabréis vosotros de dar la vuelta al mundo en tan solo unas horas sino habéis dado una vuelta por su espalda. Para descubrir que es ahí donde nacen las constelaciones de dónde decís venir. 
Yo ya he cogido sus manos, ya he pedido mi deseo; uno por cada sonrisa que le he sacado. Yo ya me he perdido en sus ojos, y he navegado por cada uno de sus pestañas.
No me hagáis mucho caso pero... si a pesar de todo os hace mucho ilusión pasar por mi casa, no estaría de más que me tragerais de nuevo el corazón que tenía antes. Ya sé que fui yo quién quiso dejarlo dentro de un cuerpo que no era el mío, y que las promesas son promesas y que no hay que romperlas... pero es que míralo... me salen ataques cada vez que le veo y me sonríe. 
Prometo ser buena niña y cuidar vuestro regalo de la mejor manera que sepa. 

Y si puede ser... traerle al mundo algo de esperanza, que está fatal últimamente. La gente ya no sonríe como antes y parece que la felicidad se presta con demasiados intereses... y es un precio que no todo el mundo puede pagar. Y los que mandan deberían hacer un esfuerzo para lograr entender eso. A lo mejor vosotros se lo podríais explicar. Quién sabe?
Bueno, ahora sí que si. Creo que eso es todo. Espero no haberme alargado mucho; ya sé que tenéis que leer un montón de cartas y seguro que vais con el tiempo justo. 
PD: si me queréis traer esos zapatos que tanto me gustaron el otro día... tampoco me enfadaría. 

dissabte, 7 de desembre del 2013

Llegó a mi vida un día como otro de verano. Y seguramente mentiría si ahora mismo dijera que no me enamoré en el primer segundo en que le tuve enfrente. Sabéis ese momento en las películas en que todo va a cámara muy, muy lenta y suena una música de fondo, bajita y suave? Mirarle es siempre así. Como si nada existiera, como si tuviera delante de mis narices a la mismísima razón del sentido de la vida. Hoy hace 6 meses que encontré algo que no buscaba. Y como si de ángulos se tratase, mi vida ha dado un giro tan grande que he terminado detrás de su espalda. Una vez, me hablaron de la complejidad de los abrazos, de lo difícil que resultaba que dos personas encajaran perfectamente en uno de ellos, no sé muy bien cómo explicar esta parte, pero los puzzles nos miran desde la mesa, embobados, envidiando tanta complicidad.
Cariño, superas a cada segundo las perspectivas que tenía de ti.
Esta vez me toca a mí ser quién diga las cosas bonitas, quién admita que en este juego no ha perdido nadie, que ha sido una doble victoria. Y es que te escribo esto para darte las gracias por eso, por nuestros momentos y porque las promesas que un día hice no las va a romper ni el tiempo, ni terceras personas. Esto no es más que un par de promesas medio camufladas entre palabras y un intento de recordarte lo genial que puedes llegar a ser (y eres). Y es que a ti te miro de un modo distinto; que no hay nada más bonito que despertar a tu lado con tus cosquillas. Que los despertares no merecen la pena si no son contigo. Y sabes que nunca dejaría que nadie te hiciera daño, que no soportaría verte mal. Aunque he de admitir que estás guapo incluso cuando estás triste. Nunca nadie había conseguido tantas cosas en mí, como lo has hecho tú. Y esto es tan genial, que tengo miedo de perderte, de que esto vuelva a ser una historia que termina como otra cualquiera, que cada uno sigue su camino y deja que el otro se vaya sin hacer nada al respecto. Aunque algo me dice que esta vez no será igual. Bésame si me equivoco, pero esta vez, creo que es mejor que todas las demás anteriores. Esta vez las cosas van de paciencia y aguante. Entraste en mi vida hace medio año, y ahora ya no sabría ser sin ti. Ahora lo único que quiero es despertar a tu lado después de largas noches de conversación y decirte muy bajito que no es que no quiera estar contigo, es que no me imagino estando sin ti. Ha pasado el tiempo y yo solo prometo que un día lo pararé, y nos quedaremos a vivir en la cama.
PD: lo sabes de sobra, pero por si acaso se me olvida... te quiero.