Muchos dicen "te quiero" sin continuar lo que viene después: "hasta que dejes de tener lo que necesito".

Al final conseguí entender que el "Para siempre" de los cuentos se pierde entre el "Nunca jamás". Que la frase "No me faltes mi vida, no quiero perderte" se queda en un "Fue bonito mientras duró". También llegué a la conclusión de que el argumento "es amor" es tan útil como un "porque sí". Que las cosas buenas no se acaban, las apartamos nosotros sin darnos cuenta. Que los pequeños detalles son los que pueden hacer que un Lunes parezca un Viernes. He aprendido que preocuparme por quien me quiere es mejor que andar detrás de quien me ignora. Sé que el tiempo decide quien pasará por mi vida, pero seré yo quien elija quien se queda y quien no. He aprendido que la primera vez que me engañas no es por mí culpa, pero la segunda sí.