divendres, 10 de maig del 2013

Fuguémonos.

Quiero salir ahí fuera y tener algo que contar. Esto no me llena. En cierto modo, esta vida no es real. No estoy ahí fuera. No veo mundo, y así no puedo comérmelo. Estas energías se frustan aquí dentro y tengo ganas de salir, de conocer personas nuevas, interesantes. Ganas de vivir otras culturas, de decir "yo estuve allí" o "volveré porque me encantó". De contar msi experiencias, que hoy en día están en números rojos.
Si sin apostar, perder, arriegar o simplemente sin tener que hacer un gran esfuerzo, todos ganásemos... Todo tiene un precio, y muchas veces ni si quiera puedes pagarlo con euros. A veces tienes que tomar una decisión, arriesgar para ganar o perder por intentarlo. Tu cuerpo y tu mente se separan para un esfuerzo extra... Y entonces actúas. Te arriesgas porque crees que es lo que deberías hacer, y es lo que quieres hacer. Esquivas cada obstáculo y lo das todo. Y ganas. Porque es cierto que con esfuerzo y voluntad puedes conseguir lo que te propongas; es la clave del éxito, es la clave de todo. Piensas y te das cuenta de lo que has sido capaz de hacer, pese a tu fugaz pensamiento de derrota al comenzar. Lo has hecho.
Porque no es más valiente quien no tiene miede, sino quien lo tiene y es capaz de vencerlo.

divendres, 3 de maig del 2013

Cuando la inspiración no llega, escribe sobre ella.

¿Por qué me faltas? Aunque, en realidad, me pregunte si alguna vez te tuve realmente. Por qué esta sensación tan extraña. Ya es costumbre que me tomen por algo que no soy, que insistan en que todo lo hago bien y en el fondo se decepcionan viendo como no soy capaz de hacer nada.
Nunca tuve palabras. Nunca tuve oraciones. Nunca tuve inspiración. Nunca tuve... talento. Nunca tuve el dominio absoluto de las letras, nunca jugué con ellas, nunca quisieron jugar conmigo. Nunca tuve cojones, y nunca los voy a tener.
Decepción. Decepciono. Mis palabras me decpecionan a mí. Es una cadena, una maldita cadena. ¿Qué he hecho mal? Pensé que te tenía. Quizás no te perdí, no. Quizás perdí la suerte. La suerte que me abrazó un día y ahora hace que tenga frío. ¿Conoces la sensación de haber tenido algo y haberlo perdido? Yo busco la inspiración entre sombras y no es que no la encuentre, es que para ella y a no existo. La maté, o me mató ella a mí. No sé. Si le vendí la inspiración a alguien, alguien me debe dinero, mucho. ¿Por qué me cuesta? ¿Por qué me cuesta, pero no en euros? Mi sombra está al borde del derrame cerebral. Tan solo palabras vacías que nadie comprende... Solo sé que me avergüenzo de cada una de mis palabras, da cada uno de mis intentos. Intentos fallidos. Escriba lo que escriba, haga lo que haga, tengo que pagar lo justo. Mi cabeza, mi sombra, mis escritos... Ellos no aceptan el cambio. No quieren cambiar de moneda, no quieren aceptar... Supongo que soy yo la que no quiere cambiar. La que no quiere aceptar que todo cambia, que todos cambian. Todos cambian y me quedo atrás. ¿Por qué? ¿Por qué no soy capaz de aceptar el cambio?