"No ha dormido esta noche, pero no está cansada. No miró ningún espejo, pero se siente tan guapa".
Hoy me he puesto un nuevo color en las pestañas. Y hoy me gusta mi sonrisa, ya no me siento una extraña. Y, ¿por qué no?, hoy también me permito el lujo de creer que alguien aún me quiere. Y ya no me preocupo por nada. Nadie puede hacerme daño si yo no se lo permito, y no estoy dispuesta a hacerlo. Hoy rompo contigo, miedo. Porque estoy cansada de perderme cosas buenas por tu culpa. Ya no volveré a vivir refugiada en tu sombra. El mundo es mío. Mío. Y por ahora no tengo ganas de compartirlo con nadie. Llámame egoísta, solitaria o, como yo lo veo, previsora. Quiero que la persona que comparta el mundo conmigo, se haya ganado hacerlo. Hoy voy a sonreír, sin importarme todas esas personas que procuran que no lo haga. ¿Sabéis una cosa? Mis ojos se han cansado de ver la vida borrosa de tanto llanto. Señores, lo he logrado. A partir de hoy, me voy a querer como nadie ha sabido quererme. Voy a mirar para delante, que mirar hacia atrás ya me dolió bastante. Hoy me pongo tacones solo para que se oigan mis pasos. Y sé que a partir de ahora, mi vida no será nunca un fracaso. Hoy, mi vértigo y yo vamos a conquistar el maldito cielo, sin mirar lo alto que queda eso del suelo. El invierno seguirá siendo frío y largo, pero yo seré feliz. Que voy a reírme hasta de mí. Hoy voy a empezar a creer en mí.
Y no me malinterprestes, sigo temblando cuando escucho tu nombre y todavía sonrío cuando veo que me hablas, pero hoy me he dado cuenta que no merece la pena necesitar tus abrazados, mientras se los estás dando a otra. Sé feliz, conmigo o sin mí. Porque yo pienso hacer lo mismo.