dimarts, 12 de novembre del 2013
"Te diría que te deseo lo mejor... pero ya me tuviste."
Odio cada parte de ti, cada puto centímetro de tu cuerpo por el que pasaron mis manos, cada lunar de tu espalda, cada sonrisa torcida que me dedicaste y todo, absolutamente todo, que me recuerde a ti. Odio haberte dedicado tanto tiempo de mi vida, odio haberte llorando tantas noches y haberte querido sin medida. Odio que de repente tu voz se cuele en mi cabeza y escucharte otra vez; encontrarme fotos que creí haber borrado, roto o quemado. Odio haber creído que eras el mejor regalo que podían haberme dado. Odio haberme engañado tantísimo contigo, odio que me hayas engañado tantísimo. Odio haberte esperado meses, y ahora que te digo adiós y te das cuenta que no quiero saber nada de ti... me pides perdón y vienes buscando lo que crees que aun es tuyo. Pero, sabes qué? Si alguna vez fui tuya y dejé de serlo, fue por tu culpa. Tú me dejaste ir. Te quise como a nadie más, como si viviera exclusivamente por y para ti. Y ahora me voy... vuelves tú? Me he cansado de jugar al ratón y al gato, y haber sido siempre yo el ratón. Ahora me echas de menos? Ahora tienes lo que te mereces. Me utilizaste para no estar solo. Fui un baile sin canción, una boda sin novio, un cuento sin final feliz ni moraleja. Tú decidiste dejarme ir de la peor manera, y ahora me alegro de que lo hubieras hecho. Me cegué de amor por ti, y cuando volví a ver me di cuenta de que la vida podía seguir sin ti. El primer día que me tocó aprender a vivir sin ti cosí tu recuerdo a mi sombra para que no me dejara nunca, y mírame ahora... que no quiero ni oír tu nombre. Rompí a llorar el mismo día que me fui, mientras tú ni siquiera tuviste cojones a despedirte. Ahora me buscas? Te dejé de escribir cartas de amor hace tiempo, y no estoy dispuesta a volver a hacerlo. Te escupiría en la cara todo lo que sufrí, borraría todos los recuerdos que tengo que me llevan hacia ti, y desearía no haberte conocido nunca. Pero tú me hiciste fuerte y me enseñaste que hay que levantarse aunque no dejen de tirarte piedras y te aten rocas a los tobillos. Así que gracias, por entrar y salir de mi vida. Por enseñarme y engañarme. Por ser un cobarde y por hacerme valiente a mí. Por matarme durante meses para que otra persona pudiera volverme a enamorar. Por alejarte de mí, porque yo no lo hubiera hecho. Pero ahora, por favor, déjame seguir sin ti. No puedo vivir anclada a ti eternamente, no me puedes volver a matar. No lo merezco...
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