dilluns, 12 de març del 2012

¡Ni estabas, ni estarás!

Y sufrí insomnio discutiendo con mi ángel, me demonio. ¿Y dónde estabas tú en aquel dilema? (...)Dime dónde estabas cuando la ansiedad me ahogaba, cuando cada pensamiento provocaba arcadas. Y temblaba cada poro de mi piel, sin nadie que me abrazara y me dijera "tranquila, todo irá bien".

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada