Quizás, hoy, le has olvidado.

Y después de mucho tiempo te has dado cuenta de que todo el tiempo que has pasado llorando su pérdida ha estado una estupidez. Que solo has sido un juego y que nunca te ha querido. Que te creíste todas sus mentiras, y reconócelo, hoy también te las creerías. Y por mucho que digas que nunca volverá a signfiicar para ti lo que significó una vez, sabes que si se da la oportunidad lo hará. Y será peor; porque significará el doble, o el triple. Te enamorarás de él y le necesitarás hasta para respirar, si es que no lo sigues nacesitando aun. Por mucho que lo nigues, sabes que mientes fatal, que esa sonrisa falsa que pones cuando dices que es un cabrón por el daño que te llagó a hacer no te llega a los ojos; que la sonrisa tonta que te sale cuando dices que ya no te importa demuestra lo contrario. Que le quieres a rabiar, aunque no quieras. Y quien sabe, quizás el problema sea mio y me empeñe en ver cosas que no son; que quizás, después de todo este tiempo hayas abierto los ojos y te hayas dado cuenta de la clase de persona (si es que se le puede llamar así) que es. Sabes que somos amigas pase lo que pase, pero no creo que a estas alturas debas mentirme en eso, pero es que estabas tan enamorada de él que… quizás no quieras saber más de él. Quizás ya no te importe qué le pasa por la cabeza, a lo mejor has dejado que la indiferencia te gane en esta pelea y que su mirada se te borre por fin de la cabeza. Es posible que te hayas desatado de sus falsas promesas, que ya no te afecte nada de lo que haga. Tal vez te dé igual si sonríe o llora, y que sus penas te resbalen. Supongo que… le habrás olvidado.