- ¿Por qué haces esto? -preguntó en sollozos su amiga, pasando una mano por el pelo castaño completamente despeinado.
- Por nada, y también por todo. Este mundo me viene grande. Quiero empezar de nuevo en otro lugar, sin concerle, borrando todos los recuerdos de mi memoria que me atan a él. Y la única opción que me queda es esta.
- ¿Es por él? ¡Maldita sea, es por él! ¿Qué diablos ha pasado ahora? -volvió a subir su tono de voz y la agitó varias veces para que la contestara.
- Tranquilízate, por favor. Escucha, él no me ha hecho nada, ¿de acuerdo? Esto me lo he hecho yo sola, me lo he buscado. Me lo he buscado por enamorarme de la persona equivocada y por no ser valiente y apartarme de él. Me lo he buscado he buscado por creerme fuerte e invencible, pero no sabía que él me iba haciendo débil y frágil a cada momento. Que me iba desvaneciendo, pero no me di cuenta, o no quise verlo. Sus miradas, cada una de sus jodidas sonrisas... ¿Y sabes lo duro que es ir alejándote caada vez más de la realidad? No, no lo sabes. Porque nunca te ha tocado vivirlo. Y espero que no te toque nunca, poque duele, quema más que cualquier infierno. Quiero que imagines una película de dibujos animados, imagina que yo soy la protagonista y que estoy debatiendo conmigo misma entra salvarme o dejarme caer, y que para ello tengo a mi derecha un demonio y a mi izquierda un ángel...
- Estás completamente loca -dijo su amiga cortándola. Ella sonrió- Y qué... ¿qué te dice cada uno?
- El demonio me dice que me deje llevar, que si no lo he podido lograr antes, tampoco lo lograré ahora. Que él es mi principio y mi final, que si me voy le quitaré un peso de encima, que si me voy no me sentiré presa de todo lo que me rodea. Que seré libre. Y, maldita sea, es tan tentador...
- ¿Qué te dice el ángel?
- El ángel me dice que viva, que me salve, que me lo merezco. Que chicos hay millones y que él no es el único que me puede hacert feliz. Que Sergio también es un buen chico y que él me quiere tal y como soy, que es sincero conmigo y que me necesita tal y como yo necesito a Javi, y que si muero, estaré arrastrándole a él a la muerte tamién. Y no se lo merece.
- ¿Y... qué quieres... hacer?
- Hoy no voy a ser ni ángel ni demonio. Voy a ser yo. Y voy a quererle como nunca he podido hacerlo. Y si esta es la única forma para demostrárselo, que así sea. Joder, yo le quiero. Viva o muera, llore o ría, siempre voy a estar condenada a necesitarle. Y no se da cuenta de que quizás lo que ha buscado siempre ha estado aquí. Pero yo ya no puedo esperar más. Gracias. Gracias por ser tú y no otra persona quien me vea así. Pero por mucho que le odies, no le culpes. Porque ésto es culpa mía, culpa mía por enamorarme como una tonta.
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