Se divertía destrozando vidas, rompiendo parejas y acabando con las esperanzas de los demás. Ella creía ser única. Ella quería popularidad y chicos, muchos chicos. Nunca estaba satisfecha, siempre quería más. Necesitaba que todos supieran quién era, o quién aparentaba ser. Quería que su nombre fuera conocido, casi tanto como sus dotes de seducción.
Cuando se miraba en el espejo, no se veía a ella misma. No era es niña inocente que solo quería ser lo suficientemente guapa para estar a la altura. Ahora es otra chica, diferente. Destrozada por dentro de tanto alcohol y de tantas ganas de ser mayor.
Ahora todos la conocen, por su mala fama, por sus malas compañías y sus ganas de hacer todo lo que no debe. Ahora, es conocida como la Reina de corazones.
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