- ¿Le quisiste? -preguntó mirándome a los ojos.
- Estuve con él, claro que le quise -respondí con tono obvio.
- ¿Y después de que todo se acabara, le seguiste queriendo? -siguió metiendo el dedo en la herida aún abierta.
- Sí -respondí en un suspiro-. Seguí enamorada de él.
- ¿Y por qué no luchaste, por qué no hiciste algo para que volviera?
- ¿De qué me hubiera servido? Yo ya sabía que a pesar de quererle, lo nuestro ya no podía ser. Lo intentamos, pero nos dimos cuenta de que ya era demasiado. Ya había sido suficiente. Está de más decir que me enamoré de él, y te puedo asegurar que no me arrepiento de nada de lo que he podido vivir con él, y que, como le prometí, no le voy a olvidar nunca. Aunque el lo haga. Quizás todos sus amigos me odien porque piensan que fui una tonta que al poco tiempo dejó de importarme y me fui con algún otro, que nunca le quise de verdad, y todas esas estupideces. Pero nadie sabe lo mal que yo lo he pasado por él. Nadie tiene una idea de las sonrisas que me sacaba desde el otro lado de la pantalla. Y sí, quizás me haya equivocado al no haber luchado por él. Quizás haya hecho cosas mal, pero le quería. De verdad le quería, y eso no me lo puede discutir nadie. Por un tiempo intenté fingir que no me importaba, que él era libre de hacer su vida y yo la mía, por un tiempo creí haberlo superado todo; hasta que vi una foto riendo con sus amigos, lo vi feliz, y entendí que por más que pase el tiempo, nunca dejaré de quererlo. Nunca podré olvidarlo completamente y hoy que ya ha pasado un tiempo, puedo decirte que le quise. Que fui la chica más estúpida del mundo por hacerlo perdido, y que quizás tenía que haber luchado, pero las cosas fueron así, hay relaciones que no tienen salvación.
- ¿Crees que él, ahora, está con alguien que le merece de verdad? -preguntó con tacto.
- No sé si la persona con la que ahora está la merece. ¿Quién soy yo para decir eso? Le hice sufrir tantas veces que sería una idiota si opinara con respecto a su relación, pero a la persona con la que está, le pido que le cuide, que le quiera, que confie en él, que no le haga daño, que le cambie las lágrimas por sonrisas. Porque yo no fui capaz. Y si esa chica es capaz de hacer eso, si esa persona puede hacerle feliz y quererle la mitad de lo que yo le quise, tiene todo mi respeto. Y con lágrimas, les deseo lo mejor.
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