Las cosas están cambiando. No me gusta admitirlo, pero es así. La gente cambia, el tiempo y la vida pasan y el café se enfría. Lo peor de todo es darte cuenta de ello. Ver como gente que es necesaria en tu vida, se va alejando poco a poco, ver como lo que antes era... ya no es.
¿ Qué ha sido del amor? Los "te quiero" se están perdiendo y últimamente carecen de sentimientos. Ahora no quieres a una persona que te acompañe toda tu vida, ahora solo quieres un polvo. Sin compromisos, ni explicaciones. ¿Qué es del romanticismo?
¿Qué ha sido de la personalidad? Antes los que querían ser diferentes, eran diferentes. Ahora el que quiere ser diferente, es igual a los demás. Ahora se llevan cosas que antes tú las llevabas y te miraban mal.
¿Qué ha sido de la amistad? Antes los amigos duraban toda la vida. Un amigo siempre daba sin esperar nada a cambio. ¿Dónde ha quedado ahora eso? Ahora todos te buscan por interés en algún momento u otro. La mayoría, a la mínima, te apuñalan y salen huyendo.
Pero es cierto, no podemos vivir en el pasado, en la misma rutina de siempre. Y a pesar de todo, por mucho que las cosas cambien y la vida pase o las personas se distancien, siempre seré yo. Ya no es por mí, sinó por ti. Porque si, siendo yo, conseguí gustarte, me sirve.
Porque, como siempre, todo empieza y acaba por ti. Porque sí, no hay razón. Es necesidad. Necesidad a escribir, sabiendo que nunca lo leerás, que te echo de menos y que me ahogo si no estás. ¡Que me falta el aire si te vas! Que, te parecerá una tontería, pero eres más que yo en mí. Es difícil de explicar, pero ya no soy yo el punto principal en mi vida; ahora eres tú. Y no sé si eso es bueno, o es malo. Porque yo no soy el tuyo, ni espero serlo nunca. Porque a mi me mata pensar que tienes novia, pero me alegra pensar que has encontrado a alguien mejor que yo, que te hace feliz y todas esas cosas... que yo no puede hacer. No te voy a mentir, desde que te has ido, o me he ido yo, según como se mire, toda mi vida se ha ido yendo a la mierda poco a poco. He visto caer mi mundo en picado lentamente, y ver que la única persona que podía hacer algo para arreglarlo eras tú, y no hacías nada, me dolía. Porque no hiciste nada, pero yo tampoco te conté nada. No te conté las noches que te eché de menos llorándote todo un mar, ni los días que se me hacían eternos sin mensajes tuyos. Ni la extrañeza que nunca se iba cuando te veía conectado y no podía hablarte, o no debía hacerlo.
Se acerca la Navidad, y ambos sabemos que significa eso. Nos volveremos a ver antes de que pueda volver a decir que te he echado de menos todos los días desde que te vi por última vez. Y, no te escribo esto para darte lástima o para que sientas otra vez cosas que ya sentiste. Si pasa eso, que sea de verdad y porque tú lo sientas. Porque, aunque no te lo haya dicho nunca, estoy segura de que lo sabes. Porque no eres tonto, siempre has ido más adelantado que yo. Y sabes que te quiero. Porque nunca me enfadé contigo cuando acabaste con todo. Me enfadé conmigo, por no haber estado a la altura, a tu altura. Te mereces más y mejor. Pero a veces me engaño a mi misma y me digo que yo podría ser ese "más y mejor" tuyo. Porque, tú eres y serás el mío. Simpre. Que no se te olvide, por favor. Y tampoco me olvides a mí, porque sabes que yo no soy capaz de hacerlo.
Es que, me gustaría decirte tantas cosas, que no sé ni por cual empezar. No hay palabras inventadas suficientes. No las hay, te lo aseguro.
Y por último; hasta que llegue Navidad y te vuelva a ver, estaré esperando a que vuelvas a aburrirte para hablarme.
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