divendres, 3 de maig del 2013

Cuando la inspiración no llega, escribe sobre ella.

¿Por qué me faltas? Aunque, en realidad, me pregunte si alguna vez te tuve realmente. Por qué esta sensación tan extraña. Ya es costumbre que me tomen por algo que no soy, que insistan en que todo lo hago bien y en el fondo se decepcionan viendo como no soy capaz de hacer nada.
Nunca tuve palabras. Nunca tuve oraciones. Nunca tuve inspiración. Nunca tuve... talento. Nunca tuve el dominio absoluto de las letras, nunca jugué con ellas, nunca quisieron jugar conmigo. Nunca tuve cojones, y nunca los voy a tener.
Decepción. Decepciono. Mis palabras me decpecionan a mí. Es una cadena, una maldita cadena. ¿Qué he hecho mal? Pensé que te tenía. Quizás no te perdí, no. Quizás perdí la suerte. La suerte que me abrazó un día y ahora hace que tenga frío. ¿Conoces la sensación de haber tenido algo y haberlo perdido? Yo busco la inspiración entre sombras y no es que no la encuentre, es que para ella y a no existo. La maté, o me mató ella a mí. No sé. Si le vendí la inspiración a alguien, alguien me debe dinero, mucho. ¿Por qué me cuesta? ¿Por qué me cuesta, pero no en euros? Mi sombra está al borde del derrame cerebral. Tan solo palabras vacías que nadie comprende... Solo sé que me avergüenzo de cada una de mis palabras, da cada uno de mis intentos. Intentos fallidos. Escriba lo que escriba, haga lo que haga, tengo que pagar lo justo. Mi cabeza, mi sombra, mis escritos... Ellos no aceptan el cambio. No quieren cambiar de moneda, no quieren aceptar... Supongo que soy yo la que no quiere cambiar. La que no quiere aceptar que todo cambia, que todos cambian. Todos cambian y me quedo atrás. ¿Por qué? ¿Por qué no soy capaz de aceptar el cambio?

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada