dimecres, 11 de juliol del 2012

Estoy cansada de decir que estoy bien.

A veces, lo único que necesito es que alguien me mire a los ojos y se de cuenta de que no, no estoy bien. Me pregunte qué me pasa, y aunque le responda un 'nada' me abrace y me diga 'tranquila, yo sé que no estás bien'. 
No es tanto pedir, ¿no? Me he hartado de luchar en por una guerra que perdí hace mucho, o de intentar ser todo lo que los demás quieren que sea. Lo siento si no cumplo las expectativas de otros, porque mi prioridad es cumplir las mías. Estoy cansada de que me prometan el cielo y luego no me den nada. O que me prometan estar siempre a mi lado, y luego cuando les necesite salgan huyendo. Si no están en los malos momentos, en los buenos no quiero que estén porque sobran. 
He encontrado solución a todas mis dudas. Me he dado cuenta de la realidad, y era como yo temía. Tengo ganas de desconectar un tiempo para saber quién va a venir a buscarme, quién me va a echar de menos. Quién va a preguntar dónde estoy. Es posible que pida demasiado, solo quiero quitarme la mitad del dolor de todo lo que he llorado, y no vivir preocupada con prisas por amar, quizás solo lo encuentre cuande deje de buscar. 
¿Amigas? No estoy sola, simplemente es que a veces no me ayudan como quiero que lo hagan. O simplemente sí, algunas desaparecen porque no quieren saber nada. 


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