dijous, 28 de juny del 2012

Princesa intoxicada.

Lo reconozco, yo no soy tan fuerte como quiero aparentar ser; soy más bien débil. Mi madre me dijo que te conviertes en débil cuando te enamoras, cuando quieres a alguien. No sé si ese es el motivo, o simplemente nací así, pero lo soy. Soy débil e indefensa. No me gustan las peleas, pero reconozco que alguna vez soy yo quien las empieza. 
No sé si llegaste a notarlo, pero tus amenazas me las pasaba por debajo de mis piernas. Tus insultos me producían cierta vergüenza, al escucharte pronunciarlos tan mal, y tus manos muy adictas a los estirones de pelo, me divertían. 
No sé también lo llegaste a notar, pero me hacia gracia la extraña forma que tenías de reírte y humillarme cuando, pocas veces, yo te dejaba mal. O lo cínica que te volvías cuando salías bien en la misma foto que yo. 
Te voy a ser sincera, llegaste a causarme más de un complejo, cuando me decías que era del montón, cuando siempre he sido, interiormente, más preciosa que tú. ¿Te suena la frase "puedo limpiar tu belleza con un clinex"? Pues aplícatela. ¿Recurdas cuando me tocabas el pelo para despeinarme, o cuando te pintabas los labios de un color llamativo y brillante con el próposito que los tios se fijaran más en ti que en mí? Pues permíteme decirte que eso muestra tu inseguridad.
No sé si te diste cuenta alguna vez, o estabas demasiado pendiente de tus uñas, pero cuando lloraba no era por ti. Era por todo lo que me hacías sentir dentro, y por todo lo que me hacías creer que era. 
¿Te diste cuenta, droga intoxicada, que todo lo que te dije un vez, era pura mentira? Fue un puro error 404. Puro error de un ordenador, que quería quedar bien. No sé si te diste cuenta, mejor enemiga, pero esta guerra la iniciaste tú solita.
¿Sabes el problema que tenías conmigo, bicho? Que te diste cuenta que yo era más fuerte que tú. Nunca tendré tanta boca como la tuya, por sé defenderme.  Sé ser barriobajera, sin dejar de ser una señorita como la que soy. Sé dar pena y llorar para que todos se centren en mí, como hacías tú. Sé ser falsa si me lo propongo. Sé  colocarme el sujetador para aparentar cosas que no tengo. Sé hacer que un chico caiga, es simple: carmín y ropa suelta, sí, esa que llevas tú. 
No sé si te has dado cuenta, o te lo han dicho alguna vez, pero era muy fácil ser tú, cuando me insultabas y me llamabas todo lo que eras tú. Siempre he pensado que todos los problemas que decías tener conmigo, eran los que tenías contigo misma; yo era el espejo y tú me escupías todo lo que no te atrevías a decirte a ti. Al fin y al cabo, tú solo me criticabas por ser diferente a ti. Que te quede clara una cosa, nunca me gustaría ser tan chica fácil como tú.
No sé si lo sabes, pequeña maldad con rímel y tacones, pero me insultabas porque yo tenía algo que tú nunca tendrás.
Personalidad. 


2 comentaris:

  1. Dios, me encanta esta entrada. Me siento tan identificada. Te pido derechos de autor para publicar fragmentariamente tu entrada en mi espacio personal de tuenti XD

    Por cierto, te sigo, para no perderte de vista ;D

    ResponElimina