De los creadores de "Mejores amigas" y "Amigas por siempre" llega en 3D "Sale con mi ex".

Tu siempre me pediste que te fuera sincera, que si no había confianza era imposible. Y conseguí que confiaras en mí. Siempre decías que tenía que ser fiel. Y conseguí que te dieras cuentas que solo quería estar contigo. Me pedías amor y cariño. Te lo di todo, pero no fue suficiente. Todo iba bien hasta que un día... ¡PUM! Cambio radical. Cambiaste tu forma, única en todo el mundo, de mirarme como lo hacías. Muy pocas veces querías estar a solas conmigo. Te divertías más cuando también estaba ella. Os llevabais tan bien... Al principio me sentía celosa. Después avergonzada. Avergonzada por creer que una personsa tan importante que era para mí, como era ella, pudiera hacerme lo impensable. ¿Cómo iban a engañarme mi novio y mi mejor amiga? Por Dios, ¿en qué estaba pensando? Me sentí la peor amiga del mundo, hasta que la realidad me quitó la venda que llevaba puesta en los ojos y me di cuenta. Me di cuenta de como os mirábais, como solíamos hacerlo nosotros dos. A ella le brillaban los ojos cada vez que hablábamos de ti, no te quitaba ojo cuando estabamos todos juntos. Al principio disimulábais, pero luego... era evidente. Me adviertieron por todos los lados, pero yo seguía ciega. Ciega de amor, de amistad, de mentiras, de no querer ver lo que era obvio por miedo..., simplemente ciega. Pero llegó el momento en que no pude seguir viviendo en una gran mentira. No tienes ni idea de lo mal que me sentí oír de tu boca que te habías enamorado de ella. De mi mejor amiga. De mi hermana. No necesitabas decir nada más, la verdad... yo tampoco quería escuchar más. La cogiste de la mano y te fuiste. Lo peor no fuiste tú, al fin y al cabo... tú solo serías uno más. Lo peor fue por parte de ella, de mi tesoro más preciado, de mi confidente. Cuando la hablaba de lo frío que estabas, cuando le decía que creía que te habías enamorado de otra... solo era capaz de decirme "que dices, tonta, ¿quién le va a gustar más que tú?". Pues tú, hipócrita. 

Y ahora... ahora me viene llorando porque tú te has cansado de ella, como ya le advertí. Pues lo siento mucho, por un revolcón lo habéis perdido todo.