diumenge, 29 d’abril del 2012

Nunca llegué a demostrarte lo que te quiero.

- Lo sé, me equivoqué. Pensé que si desaparecía de tu vida sería más fácil, yo ignoraba todo lo que era para ti. Nunca llegaste a decírmelo. Creía que te acostumbrarías a estar sin mí y fui egoísta, como casi siempre. No quería herirte con verdades y creía que te terminarías olvidando de mí. 
- Pues creíste mal. Decidiste por los dos, ¿creíste que no aguantaría la verdad? La verdad esque llevo meses callándomela. 
- ¿Y por qué has hecho eso? ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Para qué? Te habrías ido igual, solo que más tarde. Era alargar una cosa que debía terminarse cuánto antes. 

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