Y te despiertas. Aparentemente todo parece igual que ayer, pero a medida que el día avanza te vas dando cuenta que algo ha pasado. Ves que tu vida ahora es vuestra vida. No sabes cuánto durará, tampoco quieres saberlo. Solo quieres aprovecharlo al máximo. Es tan perfecto acostarte una noche sabiendo que mañana te quedará otro día más con él... Es tan genial cuando te dice lo bonitos que son tus ojos... Es tan increible sentirte protegida cuando estás con él... Pero espera un momento... para. Echa el freno. Esta volviendo a ocurrir. ¿Otra vez? Prometiste pasar de él, olvidarle. Pero sabes que es imposible, que cuando estás a punto de hacerlo te aferras a algún recuerdo como mínima esperanza de que vuelva. Y vuelve. Siempre vuelve. Y eso te encanta... durante cierto tiempo. Luego vuelve a cansarse. Después vuelve y te promete que será la definitiva. Tú no le crees, hace mucho que has dejado de hacerlo, pero... ¿qué más dá? Lo que importa esque está aquí, otra vez. Y eso te hace feliz, dure lo que dure.
Sigo necesitándote como el primer día...
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