dissabte, 24 de novembre del 2012

Fuiste, eres y serás mi primer amor.

El chico silencioso, se acercó por detrás y le dio un pequeño golpecito en el hombro para llamar su atención. Ella se giró enfadada con la persona que le estaba haciendo perder su momento de tranquilidad. Pero cuando vio al chico de ojos marrones y pelo castaño, enfrente suya, su mundo empezó a caerse poco a poco. Él le sonrió. Y a ella se le cayó de las manos la chaqueta y se puso rápidamente las manos en la boca, mientras por sus ojos no dejaban de caer lágrimas, imposibles de controlar. Era... él. Después de tantos meses, él volvía a aperecer en su vida. Y de repente, lo sintió. Eso que necesitaba desde hacía tanto tiempo. Podía volver a respirar, porque él estaba a su lado. Y él siempre había sido su aire, antes y cuando se marchó, siempre. El chico se acercó un poco más a la chica a la que más había querido en toda su vida y la abrazó con miedo a que ésta le rechazara. Ella lloró en su pecho desconsoladamente, mientras él acariciaba su pelo una y otra vez. 
- Te he echado de menos, pequeña. 
- ¿Qué haces aquí? -ella se separó de él a duras penas, se quedaron a milímetros y ella sintió que se volvía cada vez más pequeña, siempre le pasaba cuando él estaba a su lado. Era inevitable-. ¡Te odio! -y volvió llorar. A él le mataba verla así, y más si era por su culpa.
- He venido a por ti, no podía pasar un día más sin verte.
- ¿No crees que ya has dicho suficientes mentiras? Me haces daño cuando me tratas como si fuera una idiota. Una idiota de la que te quieres aprovechar. 
Y, como él intuía, ella no se había olvidado de todo lo que había pasado en el pasado. Nunca se lo perdonaría.
- Antes de que te vayas otra vez, ¿me puedes decir como conseguiste olvidarte de mí? -esa pregunta le dejó en punto muerto.
- No lo he conseguido nunca, princesa. No he olvidado tus besos, tampoco he olvidado el día que estuvimos todo el día en la cama, escondiéndonos del mundo, y ni mucho menos he podido olvidar el sonido de tu risa, esa que me vuelve loco. Y nunca, jamás, me he podido olvidar de ti, ¿sabes por qué?  Porque nunca se olvida a la persona que ha sido tu primer amor, a la persona que siempre tendrá tu corazón.

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